Te desvelamos nuestras playas preferidas de Menorca

May 16, 2019

Menorca tiene el privilegio de estar rodeada de infinidad de playas preciosas. En los 216 kilómetros del litoral menorquín se encuentran desde extensos arenales como Son Bou -que ostenta el título de playa más larga con 2.5 km.- hasta íntimas calitas como Es Caló Blanc, en la que apenas caben dos toallas.

Te contamos aquí tres increíbles playas de la costa norte y tres playas de la costa sur de Menorca que merece la pena descubrir. Algunas, como Cala Mesquida, Binidalí o Binibeca están a poco más de un cuarto de hora del Hotel Rural Biniarroca. ¡No te las pierdas!

La belleza salvaje de la Costa Norte

Cala Presili

Las calas del norte, más agrestes debido al azote de los vientos de tramontana, tienen una belleza especial. Para llegar a Cala Presili hay que transitar un camino de unos veinte minutos. Y siguiendo el sendero llegamos a la playa de En Tortuga. Desde ambas hay unas vistas impresionantes del faro de Favàritx.

Cala Mesquida

El encanto de Sa Mesquida, lugar de veraneo de muchos menorquines, está en este arenal de fácil acceso flanqueado por Es Pa Gros y la torre de defensa a ambos lados. A tiro de piedra de Mahón, cuenta con un sistema dunar de gran belleza y una zona reservada para la práctica del nudismo. Además, es también un buen lugar para practicar snorkel por la riqueza de vida de sus fondos marinos.

Algaiarens

Esta cala tiene una personalidad única y por eso es muy valorada entre menorquines y visitantes. En realidad está formada por dos espléndidas playas rodeadas de un sistema dunar muy bien conservado: Es Tancats y Es Bot, esta última más pequeña e íntima.

 

Tres calas de postal de la Costa Sur

Binidalí

Una entrada de mar forma la estrecha playa de Binidalí. Está encajonada entre pequeños barrancos y destaca por sus aguas turquesas. Es una buena opción para el baño, ya que por su configuración en forma de S está protegida del viento y del oleaje.

Binibeca

El municipio de Sant Lluís alberga la playa de Binibèquer Nou. Se trata de una playa que aúna aguas transparentes, arena blanca y fina y belleza natural sin dejar de lado los servicios como duchas o chiringuito. El vecino núcleo turístico de Binibèquer, diseñado como un tradicional poblado de pescadores en los años 70, bien merece una visita. Perderse entre sus estrechas callejuelas, cámara de fotos en mano, es la mejor forma de acabar una jornada playera.

Cala Mitjana

Vale la pena realizar el agradable paseo desde el aparcamiento hasta la playa. Una vez allí, seremos testigos de un espectáculo natural capaz de enmudecer a cualquiera. Arena blanca, aguas turquesas y acantilados coronados por pinares de un intenso color verde. Eso es, ni más ni menos, Cala Mitjana: una playa de postal.

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